La crisis ha presionado mucho a las familias españolas en los últimos años. Con los precios de los alquileres disparados, la posibilidad de adquirir una vivienda toma cada vez más forma. Nueva, de segunda mano, en el centro o en las afueras, con o sin piscina, orientación norte o sur... Ya tiene que tomar esas decisiones. ¿Necesitas reunir una buena cantidad de dinero y no sabes cómo hacerlo? Pues sigue leyendo Housell!
Para poder afrontar una hipoteca, debes asegurarte un colchón económico y quedarte con margen para afrontar posibles imprevistos. Si, por el contrario, quieres pagarla al contado, la cantidad necesaria se eleva considerablemente y tendrás que realizar un mayor esfuerzo, ya que los gastos de la compra de una vivienda pueden ser muchos. Durante el proceso de transición, el alquiler no es una mala opción para ti.
Consejos para tener más liquidez
Destina un porcentaje fijo de tu sueldo al ahorro: si consigues que sea el 20%, conseguirás un buen rendimiento a medio plazo. Si de cada 2.000 euros puedes ahorrar 400, al cabo de dos años ya tendrás un remanente de 9.600 euros. Ya es un pico!
Abrir una cuenta bancaria privada y no tocarla: un paso muy importante para asegurar el cumplimiento de este objetivo es "aislar" este dinero. Siguiendo el ejemplo anterior, haz un depósito de 400 euros al principio de cada mes y déjalo estar. Si además puedes asegurarte una rentabilidad mínima del depósito, lo que ganes. Sólo cuando consigas tu objetivo podrás empezar a dedicar ese dinero a tu nueva vivienda.
Lleva un control meticuloso de tus gastos. Hay dos formas de conseguirlo:
Manual: divide todos tus movimientos en una columna de ingresos y otra de gastos y haz un balance cada día. Recoge los datos y podrás calcular lo que gastas cada mes. Excel ha facilitado mucho las cosas en este sentido, optimizando la elaboración de tablas y gráficos sin demasiado esfuerzo. También podrás saber cuáles son tus gastos fijos.
A través de una app móvil o programa automático: si no quieres preocuparte de nada, no hay problema, hay muchas aplicaciones que lo hacen por ti, por ejemplo Fintonic. Puedes descargarla en Android o IOS, solo tienes que vincular tu cuenta y todo se sincroniza automáticamente. Sabrás qué gastas, cuánto y cómo lo haces y podrás tener una economía más sana.
Evitar los gastos "hormiga": hoy en día, toda la sociedad está diseñada para que consumamos. Hamburguesas por un euro, un café, las máquinas expendedoras, una bolsa, otro bocadillo... El problema es que la acumulación de este tipo de gastos pasa factura a tu bolsillo. Para evitarlos, puedes concentrar el gasto. En lugar de salir a cenar tres días a la semana a un restaurante de comida rápida, date un capricho por un día y vete a un buen restaurante con tus amigos o tu pareja. Gastarás lo mismo y tendrás más satisfacción, ya que esa cena será la recompensa a tu austeridad durante la semana.
Busca un buen índice calidad-precio y evita los números rojos: es lo más difícil, debes intentar alargar la vida útil de todo lo que uses y no gastar demasiado dinero. El mercado de segunda categoría puede ser una buena opción. Si esto es crucial, evitar el endeudamiento es esencial, tanto con uno mismo como con otros individuos:
Si te comprometes a ahorrar 400 cada mes, ¡hazlo! Nadie te reclamará las cuentas por ahorrar 300, pero piensa que eso genera un déficit.
Por supuesto, paga todas tus facturas al día. Ahorra, pero no condiciones en exceso tu día a día y asegúrate de pagar tus facturas a tiempo.
Por último, ¡nunca gastes más de lo que ingresas, ni siquiera con ahorros! Puede que no puedas ahorrar los 400 euros que hemos mencionado, ¡pero en ningún caso acumules meses con más gastos que ingresos!